Titi, yo soy como el pepito grillo de la mala conciencia de las tejedoras. Tú y yo lo sabemos. Pero, permíteme exponer mis argumentos porque hoy mi grillismo viene con un twist. Estoy segura de que podré convencerte de que lo que te vengo a contar hoy tiene su qué. ¿Sumergir la prenda en agua templada al terminar de tejer? OK. ¿Meterle el hidrogenesse al agua? Pues no tanto.
Cuando sumerges una prenda tejida sólo en agua, el agua únicamente empapa la parte superficial de tu lana. Se moja, pero nada más. En cambio el detergente que contienen estos jabones especiales es un agente humectante - o lo que es lo mismo ‘un agente que sirve para humedecer’. Básicamente, los tensioactivos del detergente permiten que el agua se adhiera mejor a lana- el tejido está MÁS MOJADO.
Eso significa que la lana con la que has tejido tu prenda es más flexible, ya que la fibra, al estar más mojada, es más maleable. Realmente va a coger la forma que quieras darle. Todos los puntos van a colocarse en formación para quedar lo más planos posibles. La lana está más relajada y los puntos se asientan en el espacio que le has dejado al tejer.
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